
© Rosa Ribas
15 de agosto de 2014
Mis últimas líneas.
Estoy contento de haber llegado a terminar el capítulo. No me esperaba ese final.
Cómo acaba la novela ya me lo contarán los nuevos: el del MNAC que le regaló Montse D. y el del Hamburger Bahnhof que se compró la semana pasada en Berlín. Ya han pasado unos días conmigo, el sacapuntas y la goma en el estuche. Parecen buenos chicos. Y los veo muy motivados.