«Los Hernández cierran la agencia de detectives que Rosa Ribas creó en Un asunto demasiado familiar, continuó con Los buenos hijos y termina con Nuestros muertos. Ese negocio ha alimentado a los miembros del clan durante muchos años y ha ayudado a resolver no pocos casos en una capital catalana tocada por el procés, la pandemia y, en general, la transformación de la ciudad. Los Hernández se marchan… pero bueno, nadie puede realmente saber si algún día volverán. Ni siquiera su creadora.»
Con estas palabras se introduce el texto que escribí para Zenda describiendo algunos aspectos de la escritura de Nuestros muertos. Un texto en el que, sobre todo, acabé hablando de personajes, de mi apego a ellos y de mis dudas acerca del cierre de la serie de los detectives Hernández.
Para leerlo, solo hay que seguir este enlace: I never can say goodbye